La estructura empresarial es un factor determinante. No importa el tamaño del negocio, todos deben organizar los puestos y establecer jerarquías. Solo así se producirá una correcta conexión entre los distintos departamentos y cada miembro podrá desempeñar sus tareas sin distorsiones. Podría decirse que los diferentes tipos de estructura organizativa son el alma de cada empresa, dando a conocer quién forma parte de ellas.
Lo más importante de la estructura organizativa es que define el grado de responsabilidad de cada miembro en su área correspondiente, además de fijar las conexiones entre ellos. Si tenemos en cuenta que la vida diaria de la empresa es un constante flujo de información y datos entre departamentos, se trata de una ventaja considerable que evitará el ruido dentro de la empresa.
¿De qué hablamos en este post?
Tipos de estructura organizativa
Existen varias fórmulas de establecer la estructura, las cuales se van adaptando a diferentes factores como el tamaño de la empresa, sus departamentos, los servicios ofrecidos y su procesamiento o la forma jurídica del negocio.
Para empezar a profundizar, debes saber que los tipos de estructura organizativa que te vamos a contar tienen una clasificación general. Esta depende de los criterios de jerarquía:
- Centralizada: los puestos directivos están bien definidos sobre el resto de empleados.
- Descentralizada: donde aparecen cargos de responsabilidad intermedia en los que han delegado tareas específicas.
Pasando a enumerar las diferentes formas de organización, hay que tener en cuenta que existen muchas, pero nos vamos a centrar en las cinco referencias actuales dentro de los Recursos Humanos:
- Lineal
- Funcional
- Por división
- Matricial
- Jerárquica
Estructura lineal
Su sistema jerárquico está muy bien definido, incluyendo además la figura de asesores externos que complementan la ausencia de algunos departamentos internos. Los puestos de autoridad se diferencian claramente de los subordinados, por lo que la estructura es bastante sencilla. Sin embargo, las notables diferencias entre unos y otros le resta dinamismo a la organización y limita la toma de decisiones a unos pocos.
Estructura funcional
Cada trabajador se centra en unas funciones específicas según sus habilidades profesionales. Tiene la responsabilidad de desarrollar su especialidad de una forma descentralizada, aunque eso no significa que no reciba órdenes de mandos superiores. La descentralización, a veces, puede provocar que les lleguen instrucciones contradictorias entre sí.
Estructura por división
Esta fórmula descentralizada divide al negocio a partir de tres posibles líneas de actuación básicas:
- Productos.
- Zona geográfica.
- Tipo de clientes.
Estructura matricial
Este tipo de estructura organizativa fusiona las de división y funcional, pues existe un cargo directivo de alto rango y otros para responsables de cada departamento. Es por ello que se producen dos tipos de divisiones según la distribución de los mandos:
- Distribución horizontal: el equipo de trabajo lo conforman empleados de diferentes departamentos.
- Distribución vertical: se va definiendo la estructura y los cargos de responsabilidad en un departamento específico.
La estructura matricial está ideada de tal forma que favorece a la conexión entre todas las áreas del negocio y a la gestión durante el proceso. Por eso mismo se ha convertido en uno de los organigramas más frecuentes.
Estructura jerárquica
También es una de las más comunes, sobre todo en empresas donde exista ausencia de una unidad de mando. Se organiza de forma piramidal, creando diferentes áreas donde cada una tenga responsabilidad propia en la toma de decisiones.
¿Cómo establecer estos tipos de estructura organizativa en tu empresa?
Ahora que ya conoces la teoría, toca ponerla en práctica con un poco de ayuda. La gestión de Recursos Humanos ha evolucionado para beneficiarse del uso de herramientas digitales con las que establecer los criterios que se adapten a tu empresa.
Con Team2Go tienes la opción de establecer tu estructura organizativa al completo. No solo definiendo el organigrama con sus niveles y colectivos, sino también los diferentes puestos de la organización y las competencias adecuadas para cada uno.
No solo vas a agilizar el desarrollo de una configuración propia, además te espera una mayor productividad, fruto de la mejora de competencias a todos los niveles de la empresa. ¿Te atreves a dar este importante paso?